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Su creatividad no se limita al ámbito de la energía hidráulica, también realizó otras contribuciones de carácter filantrópico. Al raíz del trágico hundimiento del Titanic, en 1920, proyecta un sistema de hélices para mantener a flote las embarcaciones. Como asiduo usuario del ferrocarril presenció algunos accidentes en los pasos a nivel sin barreras, que le empujaron a inventar en 1934 dos sistemas de cierre de barreras, uno manual y otro automático. |